Nacido en Recife, Brasil, en 1921, Paulo Freire es uno de los personajes más emblemáticos de la pedagogía moderna.
Creador de un método que lleva su nombre, Freire vivió en un entorno de carencias que lo movieron a estudiar Derecho. Sin embargo, su camino estaría destinado al ámbito pedagógico.
Convencido de que la alfabetización era la herramienta para lograr el desarrollo de un país, en los años 50 Paulo planteó una nueva mirada en la que la comprensión profunda del contexto social, económico y político del estudiante es clave para generar aprendizajes significativos, reflexivos y transformadores en la persona. Así, emprendió un proyecto nacional de alfabetización de adultos en el que logró resultados en tan solo mes y medio con 300 trabajadores.
Sin embargo, este ideal de una educación democrática y de construcción de ciudadanía lo llevaron a vivir en el exilio durante 16 años, tiempo en el que colaboró con diversos grupos a favor de las reformas educativas en Europa y África, así como la publicación de algunas de sus obras más reconocidas: "Educación como práctica para la libertad" y "Pedagogía del oprimido".
Educación dialógica vs Educación bancaria
Paulo se refiere a la educación "bancaria" como esta práctica tradicional de enseñanza en la que un maestro es quien tiene todo el conocimiento y el estudiante se convierte en un simple receptor de dichos saberes. Freire considera este tipo de educación como un instrumento de opresión.
Por otro lado, la educación problemática o dialógica es aquella en la que se busca una relación igualitaria entre el maestro y el alumno, reconociendo los conocimientos que el estudiante tiene, permitiendo un diálogo libre, abierto, que resultará en un proceso de humanización para los dos.
"Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre si con la mediación del mundo." Paulo Freire
Reflexión y acción
Freire afirma que en el proceso educativo siempre debe existir la reflexión y la acción, pues a través de la primera las personas se hacen conscientes de su realidad y en la segunda de ejecutar una acción transformadora.
Hacia 1988, una vez de regreso en su natal Brasil, Freire es nombrado Secretario de Educación en Sao Paulo. Sin embargo, a pesar de todo su prestigio, enfrenta una diversidad de dificultades que le impiden llevar a cabo sus propuestas, por lo que decide retirarse y continuar su proyecto alejado del gobierno hasta el día de su fallecimiento un 2 de mayo de 1997.
"Como presencia en la historia y en el mundo, lucho esperanzadamente por los sueños, por la utopía, por la esperanza, con miras a una pedagogía crítica. Y mi lucha no es en vano." Paulo Freire
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